En el Discernimiento Vocacional no estamos valorando entre algo bueno y algo malo, sino estamos discerniendo entre dos realidades buenas e incluso santas. Pero, entonces, ¿cuál es la que debo elegir? ¿cuál es la que Dios me invita a caminar? ¿cómo saberlo?.Es necesario comprender que el Discernimiento es un proceso, es decir, un camino de subidas y bajadas que debemos recorrer y esto nos permitirá reconocer en nuestra vida, la voluntad de Dios y elegirla Te proporcionamos algunos pasos para descubrir la voluntad de Dios:
La vocación no es algo que tú inventas, es un tesoro que encuentras. Para descubrir lo que Dios quiere de ti, haz oración.No basta con que ocasionalmente te acuerdes de Dios y le pidas que te ilumine, es necesario que dediques momentos formales a la oración. Ora diariamente, acude a las horas santas, ve a misa más frecuentemente y participa en los distintos encuentros vocacionales
Aunque ordinariamente cuando se experimenta la inquietud vocacional se siente el atractivo por una vocación específica, es conveniente que dediques algún tiempo a informarte más a fondo sobre esa vocación y sobre las otras.Al dar este paso podrás decir: «Me atrae la espiritualidad, el estilo de vida y el apostolado de este instituto». «Posiblemente Dios me está llamando a consagrarle mi vida»
Si bien es cierto que la vocación es una llamada de Dios que nadie puede escuchar por ti ni responder a ella en tu lugar, también es verdad que necesitas de alguien que te acompañe en tu discernimiento vocacional.Es fácil hacerse ilusiones; podrías creer que es un llamado de Dios lo que sólo es un deseo tuyo, o bien podrías pensar que no tienes vocación cuando en realidad Dios te está llamando. En consecuencia, es importante tener un Acompañante Vocacional.